Hoy esto me hizo mucho sentido, ahí les va la historia...
Hoy empezamos con terapia de lenguaje para Diego, pues detecte que lo necesita, después de una evaluación y saber cuál es su requerimiento hoy iniciamos (pero esa es otra historia, que si quieren que les cuente me dicen) mientras esperaba a que llegara su terapeuta, junto a mi estaba una mamá con su pequeño, a mi parecer ella no era muy grande, tendría unos 25 años o por ahí, el niño se veía como de unos 4 años, claramente pude darme cuenta que tenía una lesión cerebral, y por conversación de la mamá con una de las terapeutas (no es que sea chismosa, pero estaban junto a mi...y a todas se nos da el chisme la vdd?) escuche, como la terapeuta preguntaba a la mamá...
- y ¿que tanto practican con él la caminata?
- pues en las mañanas me dedico un ratito con él a que camine, después lo dejo en su silla de ruedas, porque esa le permite moverse a donde él quiere y trabajamos las otras áreas, trabajos de mesa, luego le doy de comer, hace su siesta y en la tarde ya casi no lo ejercito
-y... ¿porque en la tarde no? ¿Porque el no quiere? O ¿porque ustedes ya no tienen tanto tiempo? ¿Cuando salen a la calle camina o lo cargan?
-No pues porque a veces el no quiere y pues tengo que hacer otras cosas... casi no salimos y cuando salimos como ahorita, camina del coche al lugar donde vamos
Se termino la serie de preguntas, la terapeuta se retiró de la sala de espera, se quedó la mamá con su pequeño y se quedó cantándole, jugando con él, caminándolo, de repente lo sentaba y yo solo escuchaba el gran suspiro de ella, que no reflejaba más que cansancio, tanto físico como emocional, pero que al mismo tiempo era un tomar aire para lo que sigue, y seguía hablando y jugando con su hijo con el mismo amor que lo hizo todo el tiempo...
Todo esto me hizo reflexionar y pensar mucho:
En primera instancia en lo afortunada que soy, de tener un hijo sano, que si bien tenemos dificultades y algunos que yo de pronto considero “problemas” me va muy bien, al tener un hijo que ya logra empezar a valerse por el mismo, que va creciendo y adquiriendo habilidades de manera “normal” que el esfuerzo que me pide como madre no es comprable al que vi con aquella mamá..
En segundo lugar y es en lo que más quiero enfocarme ahora, es en ¿qué momento nos metieron en la cabeza que ser mamá es lo mejor que nos puede pasar? Y no me mal entiendan, en el sentido metafórico, creo que si lo es, ser madre te llena de un amor infinito que no conoces hasta que lo vives, la maternidad/paternidad es un acto de amor verdaderamente, pero al mismo tiempo es de los retos más grandes y agotadores que tiene la vida, es desgastante, es agotador, es estresante, es cansado, es demandante, sobrepasa tus límites, te lleva a lugares, sitios y emociones que jamás creíste que podrías vivir...
Nadie , absolutamente nadie te prepara para este proceso, por mucho que leas libros, que veas blogs, incluso que tu profesión sea relacionada con la crianza, nada te prepara para lo que vives, y a esto tenemos que sumarle que vivimos en una sociedad que juzga, una sociedad que siempre sabe cómo deberías hacer las cosas, y esto incluye a tu misma familia, amigos, pareja, terapeutas, maestros y todo aquel que te rodea, en más de una ocasión yo me he sentido juzgada por mi forma de crianza, en las decisiones que he tomado (sean o no las mejores para mi y para Diego) las expectativas que se tienen de ser madre son muchas y muy altas, lo multitask que tienes que ser es agotador, y aunque ahora se habla mucho del auto cuidado, de ponerte antes que todo, en más de una ocasión es solo eso.. habladurías.. la realidad es que la expectativa es que seas la mejor mamá para formar a los mejores hijos... ejemplo claro fue la situación de esta mamá que les conté al principio, te puedes imaginar el esfuerzo físico, mental y emocional que hace todos los días?? Y sin embargo se espera aún más de ella, la expectativa es que logre hacer todo, y además ‘bien y de buenas’.
Escribo estas líneas no para quejarme, sino para que sepas que yo y todas las mamás estamos en la misma situación, que esta pandemia no vino sino a hacer aún más evidente lo que ya sabíamos, que está bien sentirse mal, de malas, cansada y con ganas de tirar la toalla, aunque sabemos tú y yo que no la vas a tirar porque el amor que sientes por esa personita te mueve a seguir adelante, mi mejor consejo y recomendación, rodéate de personas que estén pasando por algo similar a tu situación, porque sin importar quien sea, la empatía es una de las cosas más difíciles de tener para el ser humano, entender por lo que estás pasando sin estarlo viviendo no es nada fácil, que las redes sociales y los medios de comunicación como este sirvan para sentirnos menos sol@s, que sirvan para sentirte ‘normal’ y saber que lo estás haciendo de maravilla, qué hay quienes como yo, te admiramos y entendemos.
Espero Que mis palabras lleguen en el momento preciso a quién lo necesita justo ahora!
Te mando un fuerte abrazo!!
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